¿Te sucede que a veces te cuesta concentrarte en una tarea durante largos períodos de tiempo? ¿Te distraes con facilidad con notificaciones en tu teléfono o redes sociales?
El método Pomodoro puede ayudarte a mejorar tu productividad y concentración en el trabajo y a evitar verte atrapado por ladrones del tiempo que no te permiten alcanzar tus metas de manera más efectiva.
Si estás interesado en gestionar mejor tu tiempo y conseguir lo que te propongas de una manera efectiva, aquí descubrirás cómo aplicar la técnica Pomodoro paso a paso. Además, le he añadido otra técnica que te ayudará a ser todavía más eficiente. ¡Espero que te guste!
El método Pomodoro es una técnica de gestión del tiempo que se basa en trabajar en bloques de tiempo con descansos entre bloques y una pausa más larga al final.
Esta técnica, simple pero efectiva, se utiliza para mejorar la concentración, evitar la fatiga mental y aumentar la productividad.
Al dividir el tiempo en bloques, se asegura una mayor eficiencia en el trabajo y se reduce la procrastinación.
La técnica Pomodoro fue desarrollada por Francesco Cirillo en los años 80, mientras cursaba informática en la universidad.
Como puedes imaginar, el joven Cirillo estaba teniendo problemas con sus estudios.
Un día se preguntó si podía concentrarse durante 10 minutos, evitando cualquier tipo de distracción. Animado por este autodesafío, cogió un temporizador con forma de tomate (Pomodoro en italiano) y así nació la técnica Pomodoro.
A raíz de su efectividad para mejorar la gestión de tiempo y la productividad, surge el libro Francesco Cirillo, que se extiende por apenas 130 páginas.
Entre los mayores beneficios de esta metodología, debemos resaltar su sencillez y adaptabilidad.
De manera resumida, los pasos de la técnica pomodoro son los siguientes:
En los ejemplos que encontrarás más abajo, verás cómo utilizar el método Pomodoro en la vida real. Pero además te daré 2 claves para que utilizarlo, te ayude a trabajar de forma todavía más eficiente.
La esencia de la técnica pomodoro radica en esos 25 minutos de enfoque total (deep work). Además, hay 3 reglas de oro que debes aplicar para mejorar tu productividad y gestión del tiempo:
El libro de Francesco Cirillo explica que en caso de una interrupción de fuerza mayor, deberías tomar tu descanso de 5 minutos y volver a empezar el proceso.
El creador del método Pomodoro aconseja llevar un registro de las interrupciones internas o externas a medida que van apareciendo. La idea es que analices cómo manejarlas en tus próximas sesiones.
En cada 'break' que tomes, deberías considerar la naturaleza de la actividad que estás haciendo. Por ejemplo, si estás trabajando con tu dispositivo móvil o laptop, no uses tu descanso para seguir pegado a una pantalla. Lo más recomendable es que le des un respiro a tus ojos y cerebro.
Puedes hacer una rutina de estiramiento, salir a caminar, comer algo o charlar con un colega del trabajo.
Si estás en tu casa, puedes hacer alguna labor pendiente, como meter la ropa en la lavadora, planchar, limpiar la cocina o cualquier otra cosa. Lo importante es que tus actividades sean complementarias.
Si pensamos que el horario laboral típico dura 8 horas, este periodo puede acumular 16 pomodoros. Sin embargo, para evitar el desgaste mental o un posible 'burnout', lo mejor es basarte en tu lista de tareas.
Una vez las tengas hechas, tómate un descanso más largo, o deja de trabajar, ¡ya has tenido un día totalmente productivo!
El hecho de utilizar tomates como medida de tiempo puede ser algo curioso, pero también puede darle sentido a tu vida. La efectividad de la técnica se basa en varios aspectos puntuales:
Investigaciones científicas señalan que la procrastinación poco tiene que ver con la falta de autocontrol o la pereza; su raíz está asociada con evitar sentimientos desagradables. Para muchos, resulta fastidioso o incómodo acometer un gran proyecto sin saber por dónde empezar.
Por esta razón, nos ponemos a navegar, ver televisión u hacer otra cosa para 'agarrar fuerza' o cambiar de ánimo. Por suerte, la ciencia ha encontrado una forma eficaz para romper con esa tendencia a la evasión:
Reducir o atomizar aquello que luce intimidante en algo más pequeño o manejable que te permita comenzar a hacerlo.
Cada pomodoro te invita a mejorar el anterior, porque la concentración y la autoconciencia conducen a ser más ágil. Con cada sesión, puedes revaluar tus metas, desafiarte a tener mayor concentración y limitar las distracciones. Más que perfección, se trata de inculcar la consistencia.
Mediante la gamificación, puedes retarte a incluir más al día. Incluso puedes desafiarte a completar un proyecto importante en un número determinado de pomodoros.
La idea es no romper la cadena de tus metas diarias y pensar en tomates en vez de horas.
Que te interrumpan cuando estás concentrado en alguna tarea no es agradable porque cuesta recuperar el enfoque. Además, estudios recientes indican que las distracciones pueden ocupar la mitad de tu jornada de trabajo porque no ejercemos mejor autocontrol. Excusas hay muchas, pero sabemos que nos alejan de nuestros propósitos.
Todas esas pequeñas interrupciones van sumando tiempo y por eso decimos que no nos alcanza. Pero el mero hecho de parar y empezar de nuevo una tarea, puede llevar a nuestra mente hasta 20 min para recuperar la concentración inicial.
La técnica pomodoro te ayuda a reprogramar tu cerebro y lidiar con cualquier interrupción.
Cuando planeamos nuestro futuro, podemos engañarnos al subestimar el tiempo que necesitamos para hacer ciertas tareas, incluso sabiendo lo que tardan. Esto es porque tu yo presente imagina a tu yo futuro bajo circunstancias distintas. Esta falacia puede ser superada con el método pomodoro.
Muy diferente a realizar tareas generales, con esta metodología estás enfocando tus esfuerzos en una sola cosa. Estás cambiando la noción negativa del tiempo (pérdida) por una de realización. De hecho, Cirillo acota que estás invirtiendo tiempo al pasar de una noción abstracta a una medición real de tu productividad.
A continuación, te damos varios tips para acoplarte mejor a este método:
Cuando aplicas el método pomodoro, evita lo siguiente:
Hay aspectos relacionados con la técnica Pomodoro que son difíciles de estudiar porque dependen de variables internas o externas. No obstante, hay investigaciones importantes que revelan la efectividad de eliminar distracciones, hacer descansos cortos, cambiar tu percepción del tiempo y planificar tu tiempo.
Entre sus beneficios, podemos enumerar los más importantes:
Ahora te explicaré 2 ejemplos reales de cómo poder utilizar el método Pomodoro. Ten en cuenta que la regla de los 25 minutos funciona bien, pero puede que no lo haga dependiendo de tu trabajo. Te recomiendo que empieces con los 25 minutos y después lo vayas adaptando a tus necesidades:
Aquí te dejo la fórmula que utilizo para gestionar mi tiempo en el trabajo de manera eficiente. Aquí te dejamos un par de esquemas:
De igual manera, puedes utilizar el método Pomodoro para mejorar la productividad y gestión del tiempo durante el estudio. Ahora te voy a dar un ejemplo de cómo lo hacía yo en la Universidad:
Puedes utilizar la técnica que verás a continuación para hacer apuntes. Pruébala, ¡es brutal!
Entre las apps de técnica pomodoro, te dejamos 3 que nos han gustado:
RECOMENDADO
Si quieres profundizar en la técnica Pomodoro, te recomiendo leer del libro Francesco Cirillo. Es una lectura amigable y estructurada que ha ayudado a 2 millones de personas. Si ya quieres dejar de procrastinar, profundizar en sus fundamentos, te ayudará a trabajar de forma más enfocada y obtener mejores resultados en menor tiempo.
¿No sabes a dónde va tu tiempo y te la pasas procrastinando? El método pomodoro del libro Francesco Cirillo te ayudará a mantener el enfoque, alcanzar objetivos y tener mayor productividad.
Intenta probarlo durante un tiempo e ir introduciéndolo a tus hábitos de trabajo. Verás que en nada estás haciendo más con menos tiempo. Además, ¡no pierdes nada con intentarlo!