Uno de los desafíos de la vida es encontrar el camino hacia el éxito y la felicidad. Todos dicen que no existe una receta mágica, ¡y así es! No la hay. Sin embargo, hay ciertas prácticas o métodos que nos pueden ayudar a acercarnos a ese ideal de vida. Se trata del coaching, una disciplina que consiste en la resolución de problemas y en la consecución de objetivos.
La definición de coaching, según Asociación Española de Coaching (ASESCO) se explica como una disciplina que acerca a las personas al logro de objetivos, al tiempo que les permite desarrollarse de forma profesional y personal. Se trata de una competencia o habilidad que ayuda a pensar diferente, así como a mejorar la comunicación y a profundizar en uno mismo, en lo que siente y lo que piensa.
También se puede ver el coaching como un conjunto de acciones que están orientadas a mejorar el rendimiento de una persona, con el objetivo de que alcance su potencial. Es como un proceso de transformación personal en el que la persona, con ayuda de un coach (entrenador), trabajan de forma conjunta para lograr metas a nivel personal y/o profesional.
Ahora que sabes qué es el coaching, debes saber sobre el coach y su función. Este es básicamente el profesional que utiliza el Coaching y es importante tener en cuenta que, aunque pareciera ser un oficio surgido hace poco, no es así. De hecho, sus orígenes se remontan a las primeras sociedades organizadas cuando los miembros más experimentados se encargaban de formar a los novatos.
Algunas veces el trabajo del coach se confunde con el de un psicólogo, pero es importante saber que son profesiones que se enfocan en aspectos diferentes del ser humano. El objetivo del coach es motivar a sus participantes, también llamados ‘coaches’, para sacar lo mejor de ellos, bien sea a nivel individual o profesional, y se enfoca tanto en la autoestima como en la motivación.
El psicólogo, por su parte, se ocupa específicamente de las emociones y de la salud afectiva y mental, y trata de buscar la causa de los problemas.
El coach se comporta como un observador activo, cuyo trabajo es interrogar, cuestionar, y buscar las causas de un estado de ánimo o de una situación. Evita sacar conclusiones por cuenta propia, ya que es el coachee el que lo debe hacer a través del proceso. En este caso, el coach se dedica a mostrar el camino a la persona para que esta tome sus decisiones. Estas son sus funciones principales:
El coaching puede especializarse en muchos campos, por ello existen diferentes tipos. Sin embargo, para hacer una mejor clasificación esta disciplina se puede clasificar de tres formas: según el número de personas, según el contenido y según el método.
Esta es quizá la clasificación más básica, ya que se cataloga en función de la cantidad de personas que participan en la formación. Se distinguen dos tipos:
También se puede diferenciar varios tipos de coaching dependiendo del objetivo del entrenamiento. En este caso se pueden distinguir tres:
En función de las técnicas utilizadas por el coach personal se pueden encontrar varios tipos de coaching:
Con el paso del tiempo y el cambio de generaciones en la fuerza laboral, la forma de dirigir empresas y organizaciones ha debido cambiar. Hoy día la figura del jefe no es la misma que la de hace unas décadas. Ahora no solo debe enfocarse en cumplir con los objetivos comerciales de la compañía, sino también valorar a las personas que hacen posible el trabajo y guiar al talento para la consecución de objetivos.
Así ha nacido entonces el líder coach, un jefe que tiene como propósito hacer que su personal se sienta motivado y potenciar su desarrollo profesional e incluso personal. Para lograr esto, el líder coach debe tener una gran capacidad de liderazgo, ya que es lo que le ayudará a crear equipo de alto desempeño.
El líder coach debe saber aplicar el coaching profesional y para ello debe contar con varias competencias. Una de ellas es la escucha empática. Esto significa que el coach, aunque en este caso sea el jefe, debe dejar de lado el protagonismo para dárselo a su colaborador. Su objetivo es ser una caja de resonancia que ayude a la persona a reflexionar y a replantearse las ideas que tenga. De allí la importancia de saber escuchar.
Otra competencia con la que debe contar este profesional es saber usar las preguntas. Debe tener la capacidad de hacer las preguntas adecuadas a sus colaboradores dependiendo del momento o de la etapa de la conversación para sacar el mayor provecho de las reuniones. Asimismo, debe trabajar con atención plena, ya que solo así podrá conseguir ponerse al servicio de la otra persona.
La capacidad de liderazgo de este tipo de coach también tiene la habilidad para enfocar las conversaciones. Un líder coach entiende que las conversaciones deben tener un sentido y hasta una estructura que ayude a avanzar.
Si esta se está yendo a un terreno poco provechoso, su trabajo es enfocar nuevamente la conversación de forma sutil hacia el lugar que sabe ofrecerá mejores resultados.
Cuando se trata del desarrollo de habilidades a nivel personal o profesional, hay dos términos que suelen confundirse: el coaching y el mentoring. Aunque tienen sus similitudes, no se trata de lo mismo y es importante conocer sus diferencias para determinar cuál proceso puede ser el más conveniente para una persona.
La principal diferencia entre el coaching y el mentoring tiene que ver con la relación con el participante. Mientras que el primero está orientado a las tareas y se centra en un tema en concreto y en la consecución de sus resultados específicos, el segundo está orientado al desarrollo de las relaciones, busca un equilibrio entre el mundo personal y profesional de la persona.
En el coaching el coach deja de lado su punto de vista. No comparte su opinión ni su experiencia con el coachee, sino que es básicamente como un espejo para este. Lo guiará para que él mismo descubra las respuestas. En el mentoring sucede lo contrario, ya que en este caso es clave que mentor comparta su punto de vista con el alumno, así como sus experiencias.
Cada proceso tiene una duración diferente. En el coaching, por ejemplo, la relación es a corto plazo. Puede pasar que con pocas sesiones se logren los objetivos y el coach de por terminada la relación. El mentoring requiere de tiempo para tener éxito. Y es que solo las relaciones duraderas son capaces de generar un clima de confianza para que el alumno comparta sus problemas, preocupaciones y dudas con el mentor.
Si hay algo que influye en nuestra vida diaria son las emociones. Estas son inherentes al ser humano y son importantes por que afectan el estado ánimo y por ende, la forma de comportarnos tanto en nuestra vida personal como profesional. Es por esto que un tipo de coaching popular hoy día es el emocional.
El coaching emocional es una herramienta que ayuda a las personas a manejar sus emociones de forma correcta, de manera que no le afecten negativamente. Es ideal para impulsar el proceso de autoconocimiento que ayuda a las personas a sacar a la luz la mejor versión de sí mismos.
En este caso el coach acompaña a su coachee para que este defina qué tipo de persona es ahora y en quien quiere convertirse. A partir de esto le dará las herramientas necesarias para que logre alcanzar sus metas, por lo que podría decirse que es también un coaching motivacional. En este tipo de coaching no solo entran en juego las emociones, sino también otros elementos como los valores, las creencias, los sueños y los deseos.
Entre los beneficios del coaching emocional está el aumento de la autoconfianza de las personas, el poder ver la propia realidad desde una perspectiva distinta, el crecimiento personal, el establecimiento de prioridades y la capacidad de reconocer lo bueno en uno mismo y en las otras personas.
El coaching empresarial busca resultados eficaces en las organizaciones, así como motivar y satisfacer a los empleados de cualquier rango, sin importar el cargo que desempeñen en la empresa. Es una técnica que suele utilizarse cuando se detecta un bajo rendimiento laboral o se necesita reforzar ciertas habilidades o destrezas en algunos empleados.
Esperamos haberte aclarado qué es el coaching y que tengas una visión general de cómo te puede ayudar a crecer como persona y profesional.