El coaching empresarial es un término que ha ganado gran trascendencia y popularidad en los últimos tiempos en el mundo de los negocios. Sobre todo, desde que la labor del personal de una empresa comenzó a ser más valorada y las interacciones entre departamentos y proyectos más complejos.
Si consideramos los recursos humanos el activo más importante que tiene una compañía para potenciar su éxito, el coaching empresarial puede verse como la herramienta que puede maximizar ese potencial, incidiendo de forma favorable en el buen rendimiento y desempeño de los empleados y, su vínculo con el negocio.
¿Ya conoces la definición de coaching empresarial? ¿Sabes los beneficios que esta estrategia de recursos humanos puede aportar a tu empresa? Quédate leyendo porque en este artículo respondemos todas las dudas en torno a este importante tema.
El coaching empresarial, también conocido como coaching organizacional, engloba una serie de métodos y técnicas enfocados a desarrollar el talento humano de una empresa. Es una nueva forma de enfocar el aprendizaje y la gestión del conocimiento que ayuda a los profesionales a crecer tanto personal como profesionalmente. Su objetivo es que estos desarollen sus funciones de forma más eficiente a la vez que mejoran la calidad de su trabajo a niveles de estrés, trabajo en equipo, comunicación, etc.
Como comentábamos anteriormente, se orienta tanto a atender el logro de los objetivos personales, como la expansión de las competencias en el plano profesional. Por eso, la presencia de un coach empresarial es cada vez más necesaria en las empresas dinámicas y que trabajan en un mercado de alta competencia. El coach servirá a empleados y managers de guía en este proceso de aprendizaje; de crecimiento personal y profesional.
Un programa de business coaching está diseñado para ayudar a potenciar talento y rendimiento de las personas dentro de los diferentes departamentos de una empresa.
Esta disciplina permite incrementar el rendimiento en el trabajo, ayudando a generar dinámicas positivas como ser proactivo, comunicarse de manera más transparente y efectiva, sacar lecturas positivas de los errores, etc. A su vez, busca mejorar la calidad de vida del empleado y motivarlo hacia un prendizaje constante y enriquecedor tanto en su ámbito laboral como personal.
Es imposible decir qué es coaching para empresas sin mencionar para qué te ayudará. Además de lo comentado anteriormente, también es un buen aliado que:
Aunque son varios los tipos coaching empresarial, todos te permiten armar un equipo humano de gran rendimiento, capaz de esforzarse en la consecución de los propósitos empresariales. Al mismo tiempo que desarrolla sus habilidades personales, y las utiliza a favor de tu negocio, con motivación y satisfacción.
De este modo, el vínculo empresa–empleado se fortalece, y se forjan lazos duraderos.
Conocer los diferentes departamentos de una empresa y sus funciones es deber de todos los colaboradores de la organización, sin importar qué lugar ocupan dentro del organigrama empresarial. Esto les llevará a sentirse importantes en su trabajo y a conocer mejor el funcionamiento interno de la empresa.
El servicio de atención al cliente es un valor agregado que permite diferenciar a una empresa entre la competencia y, de hecho, aporta una ventaja competitiva. Aquí, el coaching empresarial es una herramienta que permite optimizar la relación con los clientes al capacitar al talento humano con las habilidades necesarias para este fin.
Además, también beneficia la relación entre proveedores y empresa, fortaleciendo las habilidades comunicativas de todos los integrantes de una organización, quienes son el rostro del negocio ante el exterior.
El coaching organizacional, al ayudar a mejorar las habilidades, capacidades y destrezas de su talento humano, ayudará enormemente a la consecución de los objetivos organizacionales.
En el mundo de negocios es normal confundir algunos términos que, de cierto modo, se relacionan en varios puntos. En este caso, nos referimos al “coaching empresarial” y a la “consultoría empresarial”. Es un error llamar coach a un consultor y, viceversa. Cada término tiene su propio campo de aplicación, diferenciado en varios aspectos.
El coaching para empresas está enfocado en estimular el desarrollo eficiente de las comunicaciones internas, potenciar talento, optimizar el rendimiento laboral, y promover el alcance de los objetivos de equipo y, en términos generales, mejorar los departamentos de una empresa y sus funciones.
Por el contrario, la consultoría empresarial es un servicio cuyo propósito es trabajar un área en particular de la empresa en función de necesidades definidas por los propios gestores. Es decir, el consultor es responsable de orientar y aconsejar (en base a su experiencia) para la mejora contínua del área que está gestionando, sin enfocarse en otras.
Aunque ambos profesionales suelen confundirse y, hasta se ha llegado a utilizar ambos términos como sinónimos, son diferentes en todo sentido. Lo único que los relaciona es que son profesionales capacitados para prestar su colaboración a empresas, en base a las necesidades y debilidades que estas tengan, y les planteen en una primera sesión.
El coach empresarial no está relacionado directamente con un área en específico. Su función es ayudar a las personas a descubrir sus talentos y debilidades y potenciarlos, para que sean más eficientes a la hora de trabajar, comunicarse, estén más motivados,. etc.
Por su parte, el consultor empresarial es un profesional que ofrece orientación en base a una temática. Como ejemplo, un consultor de marketing da unas directrices para que el equipo no las lleve a cabo, pero no ayuda a las personas a desarrollarse profesionalmente. Simplemente, basado en su experiencia, les dice qué cosas se pueden aplicar porque funcionan mejor.
El coaching empresarial gira en torno a una serie de elementos funcionales que dan forma a este concepto. Son tomados en cuenta por el coach al momento de planificar las herramientas que serán utilizadas en el desarrollo de su metodología de trabajo.
Además, los diferentes pasos del coaching para empresas se basan en estos elementos, los cuales le dan forma y permiten distinguirla de otras disciplinas similares, como la consultoría empresarial.
En este caso, sus características están basadas en estos elementos:
Todos los departamentos de una empresa deben tener metas específicas que conlleven a la consecución de los objetivos comunes. Es importante asegurarse que toda la organización tenga conocimiento sobre las metas que tiene cada departamento, para fomentar el trabajo en equipo y la cohesión interna.
Aunque la definición de metas es un elemento importante en todo sentido, muchas organizaciones restan relevancia a este punto. Por fortuna, un coach empresarial puede asistir en este aspecto, sea en la formulación de metas particulares (para los colaboradores en función de su perfil) como en las metas colectivas (equipos de trabajo).
El reparto de funciones y responsabilidades puede obstaculizar o lograr la consecución de los objetivos organizacionales. De esto se trata la organización funcional, elemento que va a incidir de forma favorable (o no, si no es planificada) sobre la efectividad de las personas.
En este sentido, se debe priorizar la sinergia empresarial, el alineamiento de esfuerzos, la innovación, la contribución de todos los departamentos, etc. Un coach tiene la capacidad de ayudar en la toma de decisiones que afecta de forma directa sobre el funcionamiento de la empresa por medio de una óptima organización.
Este elemento del coaching empresarial se relaciona con la definición de un líder que pueda guiar al equipo en los diferentes caminos. Tal elección debe realizarse tomando en cuenta una serie de principios.
Por ejemplo, el líder asignado debe compartir metas estimulantes con el resto de los colaboradores, mostrar empatía por conseguir el desarrollo personal y profesional de todos los integrantes de la empresa, potenciar talento y habilidades.
Además, hay que tener en cuenta que los trabajadores ansían sentirse importantes para la organización. De manera que hay que impulsar, en más de una ocasión, el autoliderazgo. Dar poder a los empleados a que se muestren al 100% en su área de trabajo, aumenta de forma significativa su motivación, satisfacción y apego con la empresa.
La satisfacción profesional puede verse inhibida por muchos factores. Tanto por una obsesión por las metas organizacionales como por condiciones propias al clima laboral (fatiga física y psíquica, tensión, pesadas relaciones interpersonales, etc). Esto, afecta de manera notable la calidad de vida de todos los trabajadores de una empresa.
Un buen business coach puede ayudar a identificar los puntos negativos y averiguar cómo neutralizarlos. Además, también puede ayudar a potenciar los aspectos positivos. Como resultado, se consigue una mejor calidad de vida para toda la empresa.
En torno al coaching empresarial otras características que también es importante mencionar son la confianza, compromiso, motivación y autoestima, elementos que se fusionan para conseguir la satisfacción de los colaboradores:
Entre los libros de coaching empresarial y, en sí, en todo el material que puede hallarse sobre esta disciplina, se habla sobre la existencia de varios tipos coaching empresarial. Cada uno unido a la esencia general de esta disciplina, pero con fines y campos de aplicación distintos. Entre los principales tipos destacan:
El coaching ejecutivo está enfocado a líderes o directivos empresariales. Es decir, su propósito es optimizar los aspectos elementales y rutinarios del área de dirección. Y hace hincapié en las relaciones interpersonales y las habilidades sociales que deben controlar la labor de los profesionales vinculados a la gestión empresarial.
Si bien no está dirigido de forma exclusiva a directivos o alto mando empresarial, como el coaching ejecutivo, puede aplicarse también a ellos. El objetivo de este tipo de coaching es mejorar y cultivar las habilidades requeridas para que los profesionales pasen a ser líderes.
Más información en:
Es un tipo de coaching individual, se dirige a profesionales que no están satisfechos con su rendimiento en la empresa o han perdido la motivación al momento de ejecutar sus funciones y responsabilidades organizacionales.
El propósito de este tipo de business coaching es optimizar el rendimiento de equipos. Para esto, el coach empresarial se enfoca en trabajar la cooperación en equipo, la comunicación, la motivación y el respeto.
Esta modalidad se recomienda aplicar en momentos de cambios drásticos en las empresas, cuyos efectos inciden sobre el rendimiento de los equipos de trabajo.
El coaching ejecutivo y empresarial son las modalidades más demandadas, benefician al alto mando empresarial (coaching ejecutivo) y a los colaboradores (empresarial).
Como cualquier otro proceso, hay pasos del coaching para empresas que deben respetarse para conseguir los objetivos de esta metodología. Estos son:
El propósito del coaching es ayudar a los coachees a alcanzar sus objetivos. Por eso, el primer punto es definir sus objetivos particulares, los cuales deben ser específicos, medibles, realistas y definidos en el tiempo.
Tras la definición de los objetivos, se debe pasar a la examinación de la situación actual. El coach debe poner en práctica sus habilidades de observación y escucha para tener una idea general de la situación. Además, debe apoyarse en preguntas que le permitan recoger información verídica y útil para la continuación del proceso.
En base a los objetivos y al estado de la situación actual, se pasa a la definición de posibles alternativas de soluciones que permitan conseguir los resultados deseados. La idea es seleccionar la opción que sea más conveniente, tanto en costes como en beneficios.
Para el logro de cada objetivo es necesario diseñar un plan de acción. Este se realiza apoyándose de una serie de preguntas específicas que permitan crear un plan a medida.
Finalmente, el proceso del coaching para empresas culmina con el seguimiento de los resultados obtenidos en la puesta en marcha del plan de acción. Esto permite prevenir futuros problemas y detectar áreas de mejoras.
Para entender qué es coaching empresarial hay que dar un vistazo a sus principales objetivos, siendo estos:
Las oportunidades se identifican por medio del estudio de la situación actual, y la detección de los puntos fuertes de la empresa y de los trabajadores.
El business coaching capacita a los empleados de tal modo que puedan asumir de manera rápida y favorable los posibles cambios drásticos que pueda sufrir la empresa. Además, también abre paso a la definición de cambios a favor de una mejora continua a nivel general.
Potenciar talento es uno de los principales objetivos del coaching para empresas. Por medio de este entrenamiento se consigue transferir la mentalidad emprendedora a los empleados, un atributo que les ayuda a potenciar su crecimiento personal y profesional.
El coaching forma líderes, profesionales capaces de sacar adelante un equipo de trabajo, motivándolos y ayudándolos durante el trayecto.
Esta disciplina suministra herramientas para que los trabajadores puedan dar lo mejor de sí mismos, optimizando sus relaciones interpersonales y teniendo un mejor conocimiento de sí mismos; sus fortalezas y debilidades.
Esperamos que te haya quedado claro qué es el coaching empresarial. Su significado, ventajas e inconvenientes, cómo puede ayudar a una organización y mucho más. En el próximo artículo, ¡mucho más sobre el tema!