Design thinking es una tendencia global que nace como iniciativa de algunos ingenieros para solucionar problemas complejos. Conocido como un proceso de innovación, su reciente evolución ha significado un avance importante en la búsqueda de soluciones creativas para ámbitos técnicos, empresariales y sociales. Debido a su importancia en la actualidad, hemos elaborado esta pequeña guía que revela sus aspectos más resaltantes.
El design thinking o pensamiento de diseño representa una metodología popular basada en un modelo iterativo para desarrollar soluciones creativas en diferentes contextos. Como proceso de innovación, facilita la redefinición de diversos problemas y el cuestionamiento de paradigmas establecidos para hallar estrategias en otro nivel de entendimiento.
El pensamiento de diseño es conocido por ser “user centric” o centrado en el usuario. Es decir, está enfocado en la comprensión de cómo las personas se relacionan con productos o servicios. Por ello se utiliza para integrar la viabilidad tecnológica y económica con aquello que esperan los usuarios. Es un modelo que atiende la necesidad humana esencial para conseguir ideas innovadoras y mejorar los procesos.
Por otra parte, esta metodología está fundamentada en un enfoque práctico para solucionar problemas de manera más rápida. Esto les permite a emprendimientos, startups y otros negocios validar sus hipótesis en un plazo más corto y al mismo tiempo incorporar mayor creatividad. Puede verse como una colección de métodos proactivos al igual que una filosofía para desarrollar ideas.
Mediante su implementación, el design thinking puede ayudarte a solucionar problemas desconocidos o que están mal definidos. Esto es posible gracias a una serie de fases que la conforman y que empiezan por impulsar la empatía con el usuario objetivo. A esto le acompaña una experimentación continua basada en ideas, prototipado, ensayos, pruebas y otros enfoques activos.
Uno de los grandes propulsores del pensamiento de diseño ha sido la empresa IDEO. Nacida en 1978 de la mano de David Kelly, su influencia creció a partir de la inclusión en 2005 de la cátedra Design Thinking en la Universidad de Standford. Allí, su actual CEO Tim Brown daría clases y luego publicaría su libro Change by Design (2009), una cita obligada sobre este tema.
Cuando revisamos el sitio oficial de esta empresa, encontramos las características esenciales de su visión sobre el design thinking IDEO. En su web expresan que este mundo consiste en una serie de sistemas interconectados que presentan diversos problemas dinámicos, multifactoriales e inherentemente humanos. Piensan que esta metodología puede abordar las grandes preguntas que se hacen empresas, gobiernos y organizaciones sociales o educativas.
Para IDEO, el pensamiento de diseño está entrando en una etapa de madurez. Se ha conformado en una práctica consolidada cuyo valor e importancia siguen siendo evaluados constantemente. Como practicantes y líderes de esta filosofía, ellos consideran que tienen la responsabilidad de contextualizar su utilidad, tanto en el presente como en el futuro.
Dado que han acumulado una vasta experiencia, están dedicados a enseñar sus conocimientos. Así como han visto que el design thinking puede encaminar emprendimientos y cambiar organizaciones, también puede fallar cuando se aplica sin las herramientas adecuadas. Ya que esta disciplina requiere mucha práctica, como comunidad de diseñadores, investigadores, ingenieros y más, ponen su maestría a disposición de otros.
IDEO es una comunidad conformada por diferentes talentos y profesiones. En su definición del pensamiento de diseño, explican que esta metodología hace uso de actividades creativas que impulsan la colaboración y la resolución de problemas con el usuario en el centro. Por eso adoptan la mente del principiante, para no asumir nada, permanecer curiosos y ver la ambigüedad como oportunidad.
Ellos consideran que un diseñador debe pensar de forma diferente, probar y estar dispuesto a fallar una y otra vez. Más allá de la empatía, iteración y optimismo, el aspecto más crítico de esta mentalidad es el enfoque “user centric”. Cuando escuchas directamente al usuario y te enfocas en resolver sus problemas, puedes conseguir soluciones creativas e ideas innovadoras.
Tomando en cuenta que el pensamiento de diseño tiene como finalidad romper los paradigmas establecidos, cualquier organización puede beneficiarse de esta metodología. Ante una mayor necesidad de procesos innovadores, soluciones creativas y desarrollo de ideas para negocios, este método puede sentar las bases para transformaciones empresariales profundas.
Conocidos los pilares esenciales del design thinking (empatizar, ideas y experimentar), es fácil entender por qué un emprendimiento o startup podrían en práctica esta filosofía. Cuando su implementación se hace ateniendo la ejecución correcta de sus técnicas y principios, puede ser muy útil para mejorar el diseño de productos, impulsar el liderazgo, transformar la organización y conseguir experiencias o servicios más orientados al usuario.
Existen muchas circunstancias en las cuales la aplicación del design thinking funciona como un proceso de innovación para un negocio. Por ejemplo:
La implementación del pensamiento de diseño empieza a tomar forma durante la década de los 70s en el Reino Unido. En ese país, algunas escuelas secundarias introdujeron la materia de diseño para ir reemplazando de manera gradual otras asignaturas tradicionales, como arte, manualidades, talleres y más. Esta iniciativa fue vinculada con el desarrollo tecnológico, lo que conllevó a estudios de investigación en áreas de diseño y educación.
En la actualidad, es posible imaginar que las instituciones dedicadas a la enseñanza y aprendizaje del diseño imparten esta filosofía de manera implícita. El design thinking en la educación general y profesional se ha convertido en un enfoque altamente promocionado, lo cual ha conducido a cursos universitarios que están vinculados con la innovación y los negocios.
Esta metodología también ha pasado a formar parte de escuelas primarias y secundarias en diversos sistemas educativos del mundo. Estas instituciones usan el pensamiento de diseño para fomentar el proceso creativo, la responsabilidad de los alumnos con su aprendizaje, el trabajo en equipo y contar con maneras innovadoras para aprender mejor.
Una vez que comprendas los principios detrás del pensamiento de diseño, puedes poner en práctica sus técnicas en emprendimientos, startups, negocios y otros proyectos menores. Lo único que hace falta es saber cómo plantear el problema desde una perspectiva “user centric” para llegar a las soluciones innovadoras que estás buscando.
En lo que respecta al design thinking en los negocios, los beneficios más notorios de esta disciplina suelen ser:
De acuerdo al Instituto Hasso-Plattner de Pensamiento de Diseño de la Universidad de Stanford, esta metodología se divide en 5 fases principales: empatizar, definir (problema), idear, hacer un prototipo y probar. A continuación, revisaremos cada uno de los pasos del design thinking por separado:
La primera parte de este proceso de innovación requiere que el equipo de trabajo adquiere un conocimiento empático del problema que busca resolver. Esto puede significar la asesoría de expertos para elaborar estrategias de observación e interacción que te permitan entender las experiencias y motivaciones de las personas.
Para lograr esa inmersión física en las preocupaciones de los consumidores, hace falta apelar a la empatía por poner al usuario en el centro. Esto facilita que los diseñadores y el resto de colaboradores dejen de lado sus percepciones para concentrarse en las necesidades planteadas. En función del plazo, se recoge toda la información posible, la cual será la base para desarrollar ideas y encontrar soluciones creativas que consideren el problema principal.
En esta etapa de evaluación es cuando reúnes todos los datos recolectados en la fase anterior. Es el momento de analizar las observaciones realizadas, simplificarlas y emplearlas para definir los problemas esenciales que el equipo de trabajo ha identificado. Esto también implica describir el problema desde una perspectiva “user centric”. Por ejemplo: Los niños necesitan comida más saludable para estar en forma, evitar la obesidad y ser más activos.
Esta fase tiene como finalidad ayudar a que tus diseñadores y al resto del equipo encuentren ideas innovadoras para resolver los problemas planteados. Esto puede incluir aspectos, funciones y otros elementos que, en un nivel básico, permita a los usuarios atender sus necesidades con la menor dificultad posible. Esta etapa sirve como antesala a la siguiente, haciéndote preguntas importantes que sirvan para abordar los detalles críticos del proyecto.
Durante esta etapa del design thinking, los involucrados ya están preparados para desarrollar ideas. Esto es porque has logrado empatizar con los usuarios, has evaluado la información pertinente al definir el problema y cuentas con una hipótesis centrada en el usuario. Este marco de referencia sirve para que el equipo recurra al pensamiento poco convencional para resolver el problema o usar otras formas creativas de abarcar el planteamiento.
En este sentido, existen una gran variedad de técnicas que pueden ser implementadas para desarrollar ideas. Entre las más conocidas, están: brainstorming (lluvia de ideas), la peor idea posible, brainwrite (escritura de ideas) y el método SCAMPER. Las primeras dos se usan para expandir el rango de acción y el pensamiento creativo. En esta fase es importante agrupar la mayor cantidad de soluciones posibles y escoger otros métodos que te ayuden a investigar o probar las opciones para resolver problemas.
Llegada esta etapa, el equipo de diseñadores estará encargado de elaborar una serie de modelos baratos y a escala sobre el producto o algunas de sus características específicas para solucionar problemas de fases anteriores. Estos prototipos pueden ser compartidos entre los colaboradores, con otros departamentos o con un grupo de personas que no pertenece al proyecto.
Cada una de estas soluciones creativas es implementada en los modelos para ser investigadas, aprobadas, revaluadas o mejoradas en función de la experiencia del usuario. Al finalizar esta etapa, el equipo de trabajo tendrá un mejor entendimiento de las dificultades que presenta el diseño, los problemas actuales y obtendrá una perspectiva más clara sobre cómo podrían ser las interacciones de los consumidores con el producto final.
De acuerdo a las mejores soluciones encontradas en la fase anterior, los evaluadores deben testar el producto resultante. Aunque este es el paso final, se trata de un proceso iterativo con el cual siempre puedes volver a una etapa anterior para redefinir cualquier problema. Lo que se busca es un entendimiento más profundo del usuario, sobre cómo piensa y siente para lograr la solución más empática posible.
En esta etapa de testeo cumples con probar los prototipos dejando que diferentes usuarios interactúen con las soluciones elegidas. Estos ensayos en vivo están pensados para detectar posibles fallas, falencias que necesiten corrección o problemas con la viabilidad del diseño. Se busca progresar de manera continua para encontrar las ideas que estén en sintonía con el problema y las necesidades de los consumidores.
No hay duda que el pensamiento de diseño puede dar resultados positivos en diferentes áreas del quehacer cotidiano. Por ser un proceso de innovación y solucionar problemas de complejidad variada, sus éxitos más notorios corresponden al ámbito empresarial. El reconocimiento de diversos negocios ha revelado su importancia y cómo se ha convertido en una herramienta poderosa.
Entre los casos prácticos de estudio más representativos del design thinking en contexto, hay que mencionar a:
Ya sea que quieras utilizar el pensamiento de diseño dentro de la empresa o para un proyecto personal, puedes apoyarte en la buena literatura. El conocimiento de los libros que vamos a recomendarte te puede servir para afianzar tu experticia en esta metodología o darte las bases para que puedes aprender haciendo. Tenemos 3 sugerencias imprescindibles:
Existe una vasta cantidad de recursos y opciones si quieres ampliar tus conocimientos sobre el pensamiento de diseño a partir de esta guía. En España como para el resto del mundo, puedes optar por cursos online gratuitos o pagos, según consideres más conveniente. Elecciones populares que puedes encontrar online son: edX, Udemy, desingthinking.es, itmadrid, entre otras alternativas.
En cada etapa del proceso de pensamiento de diseño existen herramientas de las cuales puedes echar mano para obtener la información y el entendimiento que necesitas. Si empezamos por la fase de empatizar, estas 2 técnicas son muy efectivas:
Al momento de enmarcar el argumento central de tu problema, los siguientes métodos son de gran ayuda:
En lo que respecta a la fase de idear, puedes utilizar técnicas como:
Solucionar problemas en cualquier contexto social o profesional se ha vuelto más necesario ante la complejidad de factores presentes. Esta dinámica exige una capacidad más amplia para encontrar soluciones creativas que tenga mayor impacto para quienes presentan un problema. Mediante el pensamiento de diseño, se impulsan los procesos de innovación, el cambio de paradigmas y una visión centrada en el usuario final que repercuten de forma dramática en su realidad.