La formación continua y el desarrollo personal son imprescindibles en la era de la Economía digital. En especial, si eres manager en una empresa o lideras un proyecto emprendedor, es vital ser más eficiente en tu trabajo. De esa forma, podrás crear proyectos con menor estrés y gestionar mejor tu tiempo.
Y uno de los recursos que están a tu alcance para trabajar de manera más eficiente es el poder leer más rápido. Y entenderlo, claro.
Piénsalo bien:
Si trabajas 8 horas al día y utilizas el 20% de ese tiempo en leer (emails, presentaciones, artículos, proyectos,...), eso quiere decir que empleas 96 minutos para leer diarios en tu empresa.
Por tanto, si lees a una velocidad de 250 palabras por minuto (la media de la población), serás capaz de leer 24.000 palabras al día en tu jornada laboral.
Pero ¿Y si pudieras leer a una velocidad de 400 palabras por minuto?
El resultado sería de 38.400 palabras al día. Una diferencia de 14.400 palabras diarias. O dicho de otra forma, podrías ahorrar el 37,5% del tiempo que empleas en leer en la oficina, porque eres capaz de leer más rápido
Ahora imagina ¿Qué podrías hacer con ese tiempo tan preciado?
Si una de tus aspiraciones es seguir creciendo como persona y profesional, en este post encontrarás consejos para aprender a leer más rápido y absorber mayor cantidad de información en menor tiempo. De esa forma, podrás sacar mucho más a tu tiempo y ser más productivo. ¡Lo que hagas con el tiempo libre ya es cosa tuya!
Dicho esto, los consejos que encontrarás aquí están basados en mi experiencia, investigación y un curso que me ayudó a hacerlo posible.
Leer más rápido sin perder la capacidad de comprensión es algo que nos puede cambiar la vida de muchas maneras.
Para quien busca reciclarse, ampliar sus conocimientos y ser más eficiente en el trabajo, tiene un sentido práctico o incluso aspiracional. Ya que puede acceder más fácilmente a toda clase de contenidos, leer mucha información y procesarla.
El auge de la economía del conocimiento ha hecho ver a las empresas que para seguir siendo competitivas en un mundo globalizado, hay que enfocarse en la formación continua y el desarrollo de habilidades blandas.
Es por ello, que cada vez más, debemos actualizarnos y aprender continuamente para no quedarnos atrás en relación a nuestra competencia y poder adaptarnos mejor en una época de incertidumbre tan grande como la que vivimos.
Por otro lado, las cargas familiares han aumentado. El modelo familiar estaba más orientado a tener a la mujer en casa mientras el hombre trabajaba. Por suerte esto ya no es así en muchas familias, pero eso implica que tanto el hombre como la mujer deben desdoblarse en sus tareas para poder poder trabajar y tener una vida familiar de calidad.
Todo esto me lleva a una conclusión: Nos falta tiempo (o no lo aprovechamos de la mejor forma posible).
Por tanto, el desarrollo de habilidades como la lectura rápida te permitirá ser mucho más competitivo tanto en tu trabajo como en tu propio negocio.
Por otro lado, la lectura es un hábito que se desarrolla durante la infancia (educación primaria), madura a los 10-11 años y luego las personas dejan de perfeccionarla. Aunque en la edad adulta comprendes mejor y más cosas, ya que tu cerebro se ha expandido a través del aprendizaje y la experiencia, eso no significa que tengas una mayor agilidad para consumir información.
En términos prácticos, puedes entender conceptos más complejos. Pero tu habilidad para consumir esa información todavía no ha sido desarrollada en su máximo potencial.
Hay muchos especialistas que nos enseñan qué hace falta para aprender a leer más rápido. Por ejemplo, Juan Guerrero enfatiza que un lector ágil no tiene necesidad de vocalizar; capta 3, 4 ó más palabras de un solo vistazo e infiere el significado usando el contexto. Esto hace posible leer más rápido sin perder la capacidad de comprensión.
Con la lectura rápida se pretende que tengas una comprensión general del texto y no te quedes atascado en palabras “sueltas”. Para ello, necesitarás mejorar tus hábitos de lectura. La idea de las técnicas para leer mucha información es que vayas asimilando una a una hasta lograr los resultados deseados.
Para muchos managers que trabajan en entornos Vuca, la lectura rápida es una herramienta que les permite ser más eficientes y ejercer mejor su liderazgo en la empresa.
Puede que lo hayas escuchado antes, pero leer es un hábito asociado con personalidades, emprendedores y líderes exitosos. Uno de los casos más conocidos es el de Mark Zuckerberg, quien tiene tiempo para terminar un libro cada semana. Lo mismo sucedía con la reconocida escritora Agatha Christie, quien enriquecía su vida con 200 textos al año.
Otro caso ejemplar es el de la bibliotecaria Harriet Klausner. Entre sus hazañas como súper lectora, destacan sus 31.014 reseñas en Amazon y su capacidad de leer 6 libros diarios. Aunque muchos cuestionaron estos hechos, ella comentaba que, si una obra no le parecía interesante llegada la página 50, simplemente la dejaba.
Un ejemplo sería: La velocidad media ● que se cita habitualmente ● es de 300 palabras por minuto.
Usa los puntos como referencia para hacer pequeñas fotos mentales aprovechando tu vista periférica.
Mi consejo fundamental es que crees un hábito de ello. Parece tarea fácil, pero solo lo es.. cuando has adquirido el hábito 😀
Este artículo que escribí hace un tiempo Cómo crear buenos hábitos que duren (y deshacerte de los malos) puede que te sirva de gran ayuda. No solo para leer más rápido, sino para crear rutinas más productivas en tu vida en general.
El caso Tony Buznam también vale la pena revisarlo. El que es considerado como creador de los mapas mentales y autor de numerosos libros relacionados con la mejora de la creatividad, la inteligencia,... pasó de leer 213 palabras por minuto a 1000. Se dedicó a analizar el funcionamiento del ojo, la focalización ocular y el agrupamiento de palabras. Este desarrollo personal le llevó a convertirse en consultor de memoria y lectura rápida.
Entre sus sugerencias, destaca:
Otro ejemplo notable es el del profesor de Literatura Moderna y crítico John Sutherland. Este académico de la UCL comenta que en 2015 leyó unos 150 libros, lo que representa 2,4 días por obra. Su secreto: usa la tablet porque le permite pasar las páginas con mayor velocidad y le facilita la lectura rápida.
Un último consejo nos lo aporta la coach literaria y periodista Glynis Kozma. Ella comenta lo siguiente:
En vez de pensar en leer 1 o 2 h, hazlo por sesiones de 15-30 minutos o el tiempo que tengas disponible.
Señala que mucha gente se siente culpable por no poder leer o por no sacar tiempo de sus horarios, algo que en realidad es solo un espejismo.
Entre las diversas opciones que existen para aprender a leer más rápido y entenderlo todo, hoy vamos a hablar del curso de lectura ágil. Es un método dirigido por el especialista Fernando Fernández y que ha sido probado por más de 12 mil personas (entre las que me incluyo). Impulsado por la noción de que el conocimiento es poder, sus fundamentos científicos facilitan adquirir la habilidad de leer rápido en un corto espacio de tiempo.
Este curso me ayudó a:
Entre los muchos beneficios que te da este curso para aprender a leer más rápido, podemos destacar tres:
En definitiva, puedes aprender a leer más rápido profundizando la práctica de las técnicas que te he mencionado, siguiendo los consejos de los expertos y súper lectores o dándote de alta en curso reconocido como el de lectura ágil, que cuenta con un método validado con más de 12.000 estudiantes.
La lectura rápida está al alcance de todos y con las herramientas adecuadas, podrás consumir mucha información en menos tiempo. Podrás hacer lo inimaginable.
Este curso 100% gratuito te dará las 3 claves para que puedas leer y comprender hasta cinco veces más rápido. Está basado en una metodología científicamente probada. ¡Aprovecha esta clase que dan cada domingo de forma gratuita y empieza a mejorar tus habilidades de lectura!