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Resiliencia: 6 hábitos de las personas resilientes

En torno al estudio de la psicología positiva, cada día surgen términos que intentan dar explicación al comportamiento del ser humano ante distintas situaciones de la vida diaria.

Así, es como en los últimos años, en la psicología ha calado un término que ha cobrado gran relevancia: la resiliencia, concepto asociado a la inteligencia emocional, y a cómo el ser humano tiene la capacidad natural de salir airoso a inevitables crisis vitales.

¿Ya has escuchado sobre la definición de resiliencia? ¿Te consideras una persona resiliente?

Profundicemos un poco sobre el significado de resiliencia, y veamos qué hábitos puedes comenzar a adoptar para que potencies tu crecimiento personal.

¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia es la resistencia que tiene el ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, y la capacidad para renovarse, saliendo fortalecido de tales situaciones.

Dicho en otras palabras, las personas resilientes tienen la capacidad de sobreponerse a momentos críticos de la vida, adaptándose tras experimentar alguna situación inesperada que haya afectado sus emociones y sentimientos.

Por eso, se asocia con la inteligencia emocional y el crecimiento personal, ya que una persona resiliente convierte los infortunios de la vida en un proceso de aprendizaje por su propio bienestar integral (físico, mental, emocional y espiritual).

¿Todos somos seres resilientes?

¡No! No todas las personas desarrollan esta importante habilidad, aunque no se asocia a la genética. Solo que es un universo desconocido para muchos. Sin embargo, todo ser humano sí tiene la capacidad natural de convertirse en una persona resiliente al filtrar sus emociones, comprendiendo que es capaz de enfrentar cualquier tipo de situación, reponiéndose de manera rápida a ella, si así lo decide.

El aprendizaje de las emociones y los sentimientos es la base de una persona resiliente. Cuando comprendes que las circunstancias negativas siempre dejan algún aporte en tu vida, comienzas a asumir una actitud positiva que, te hará sobreponerte y convertirte en una persona más fuerte y capaz de continuar.

¿Para qué sirve la resiliencia?

El significado de resiliencia es tan amplio que es un concepto de psicología positiva que puede aplicarse a los distintos ámbitos de la vida, volviéndose una herramienta de inteligencia emocional que propicia un continuo crecimiento personal.

Al ser una fuerza interna que mueve al ser humano para superar traumas y sobrellevar malas etapas, reponiéndose de manera victoriosa, ser resiliente sirve para muchas cosas. Por ejemplo:

Para superar la pérdida de un familiar

La pérdida de un familiar supone uno de los dolores más profundos que puede sufrir el ser humano. Por lo general, las personas más emocionales y sentimentales suelen caer en una fuerte depresión por tal circunstancia. Muchas, no llegan a sobreponerse a una pérdida familiar, desencadenando otras consecuencias en contra de su bienestar.

En este caso, la resiliencia ayuda a reponerse a la pérdida de un familiar al respetar el ciclo del duelo y al aplicar las claves de la inteligencia emocional. Es decir, comprendiendo las emociones y los sentimientos dejándolos florecer, pero evitando que se apoderen del día a día. Las personas resilientes convierten el dolor en un aprendizaje.

Para afrontar los retos laborales

Además del crecimiento personal, el crecimiento profesional también es otro campo donde actúa la resiliencia. Una persona resiliente sabe aprovechar las oportunidades a su favor, neutralizando las amenazas y sobreponiéndose a ellas sin permitir que le afecten.

En el campo laboral, son muchos los desafíos que deben enfrentarse día a día. Desde un pesado clima laboral, los constantes conflictos con compañeros o superiores, una fuerte jornada de trabajo, hasta el tan anhelado ascenso de cargo que no termina de llegar.

El coaching aplicado al entorno laboral, trata también de potenciar las actitudes resilientes. De manera que permite sobreponerse a los retos laborales, sacando lo mejor de ellos para el crecimiento personal y profesional, propiciando una actitud positiva y optimista.

Cada desafío que presenta el entorno laboral es visto con una perspectiva diferente por las personas resilientes: una oportunidad para adquirir nuevos conocimientos y habilidades a su propio favor, entendiendo que todo aquello que se desea llega en el mejor momento.

Ser resiliente es una de las características principales de los buenos líderes, ya que parte de su trabajo consiste en "tirar del carro" cuando las cosas no salen bien y mantener la motivación del equipo.

Para afrontar las crisis económicas

Este es uno de los ámbitos de la vida donde más puede sacarse provecho a la resiliencia. Las crisis económicas son circunstancias que cualquier persona puede enfrentar.

Como ser resiliente ganas la capacidad de ver en las crisis económicas una oportunidad para probar cosas diferentes que te permitan sobreponerte a la situación y salir victorioso de ella. Al convertir los desafíos en un proceso de aprendizaje, se supera la crisis económica y, además, se adquieren ideas que permitan potenciar la economía propia.

Para sobreponerse a un problema amoroso

Y, por supuesto, otra de las situaciones dolorosas que suele enfrentar una persona y que puede resultar en efectos adversos para su bienestar integral, es un quiebre amoroso. Como persona resiliente, puedes aprovechar esta circunstancia a su favor, entendiendo que toda persona que llega a tu vida deja en ti una lección importante.

Algunas dejan lecciones positivas y, otras un poco dolorosas. La clave de la resiliencia y la psicología positiva es convertir un recuerdo doloroso en uno positivo, aunque sea un quiebre amoroso. Esto, se consigue al comprender que lo que el universo remueve de tu vida, es porque ya había cumplido su ciclo en ella, y que nuevas cosas vendrán.

En síntesis, el campo de aplicación de la resiliencia es muy amplio. Es una poderosa herramienta para encontrar una salida a los problemas comunes de la vida, readaptándose a las nuevas situaciones aprovechando lo bueno que ellas traen consigo.

¿Cuáles son las principales características de la resiliencia?

La resiliencia no es considerada como una habilidad innata, todas las personas pueden desarrollarla en algún momento de sus vidas cuando aprenden las bases de la inteligencia emocional, es decir, conocer sus propias emociones y sentimientos, y poder discernir sobre cuándo el impacto de estos dos factores está afectando más de lo normal.

Ser una persona resiliente trae consigo muchas ventajas. Veamos cuáles son:

Pasión por el conocimiento y el aprendizaje

Crea el deseo de aprender y dominar lo que se conoce en el momento, siempre al propio favor, buscando la forma de obtener las mejores oportunidades que presenta el entorno para potenciar el crecimiento personal y profesional.

Como persona resiliente adquieres la capacidad de ver en un desafío, una nueva forma de aprendizaje. Y es que, una actitud resiliente, ayuda a adquirir conocimientos innovadores y nuevas maneras de aprender.

Curiosidad

Ser curiosos es parte de la esencia del ser humano. El solo hecho de explorar y encontrar cosas nuevas y fascinantes es un proceso gratificante. Por eso, una de las principales características de la resiliencia es la curiosidad, dejarse sorprender y experimentar nuevas vivencias.

Perspectiva

Es imposible hablar del significado de resiliencia sin mencionar una de sus características más importantes: la perspectiva. Cuando comienzas a buscarle el lado positivo, de alguna manera, a esa eventualidad tan difícil que estás atravesando, estás alimentando tu espíritu, tu fuerza interna y tu voluntad.

Y aquí, te conviertes en un ser perceptivo, con capacidad para discernir entre aquello que te aporta y aquello que te resta. De modo que te conviertes en una persona capaz de dar consejos sabios a quienes te rodean, mostrándoles caminos que le ayuden a salir del momento duro que pudiesen estar atravesando, haciéndoles ver que toda situación tiene solución.

Perspicacia

Para salir de una situación compleja, la resiliencia se basa en la formulación de preguntas complejas y profundas que mueven hasta la última vértebra del cuerpo. Siendo la honestidad la clave para salir de los momentos duros de la vida.

Por eso, la perspicacia es una característica que no puede obviarse Para aprender a sobrellevar los problemas críticos de la vida, debes analizarlos a profundidad y preguntarte: “¿Tengo responsabilidad en ello?”.

Sé honesto para que comiences a superar tal eventualidad. No se trata de que te sientas culpable, sino que comprendas que cada acción tiene su reacción. De modo que debes pensar antes de actuar, sea en cualquier ámbito de la vida.

Iniciativa

El cambio es individual. Por esa razón, ser resiliente exige iniciativa, si el cambio no nace en ti y si no te atreves a dar el gran primer paso, será muy difícil que puedas avanzar a tu propio favor. Esta característica va de la mano de la perspicacia, ser honesto contigo mismo te hará asumir tus responsabilidades, ponerte de pie y tomar la firme decisión de continuar.

Independencia

Es una característica que termina siendo una ventaja cuando te conviertes en una persona resiliente. Solo cuentas contigo mismo para reponerte de los sucesos duros de la vida que, de algún modo, te han marcado. Tus familiares pueden ayudarte y tus amigos pueden brindarte apoyo, pero si el cambio no nace en ti, será muy difícil avanzar.

Así que la independencia también es una clave de éxito de una persona resiliente. Puedes y debes contar contigo mismo para enfrentar las adversidades de la vida, eres tú mejor amigo.

¿Cómo descubrir si eres una persona resiliente?

Con todo lo que hemos visto hasta ahora ¿Te consideras resiliente? Repasemos algunas señales que te ayudarán a descubrirlo:

¿Aceptas tus errores o decaes?

Aceptar los errores y la responsabilidad que esto conlleva es determinante en la resiliencia. Así que, cuestiónate por un momento si reconoces tus fallas o, si por el contrario, no las asumes y te excusas para no reconocer que tienes responsabilidad en ello.

¿Comprendes por qué se dan situaciones negativas y aprendes de ellas?

Todas las situaciones que se dan en tu vida, sean positivas o negativas, te dejan una elección. De modo que tómate un minuto y analiza si conviertes las eventualidades negativas en un aprendizaje, comprendiendo por qué sucedieron.

¿Entiendes que hay eventos en tu vida sobre los cuales no tienes control?

Es importante que comprendas que es imposible tener el control de todo. Hay adversidades que pueden suscitarse de manera imprevista, y que no tengas control sobre ellas, está bien. Analiza si tienes la capacidad de entenderlo sin frustrarte.

¿Eres persistente en tus objetivos?

La constancia y perseverancia son dos atributos que distinguen a una persona resiliente, plantearte objetivos y luchar por ellos contra todo pronóstico, sin perder la motivación y tirar la toalla, es prueba de que eres una persona resiliente. Así que pregúntate qué tan enfocado te mantienes en tus objetivos, y cuánta constancia y perseverancia tienes.

¿Comprendes que las situaciones negativas son temporales?

Los conflictos negativos que llegan a tu vida son temporales. La escasez, la depresión, la crisis, el desánimo, etc., son emociones y situaciones que se van a solventar tan rápido como tú les veas una solución.

Por eso, cuestiónate si tienes la capacidad de comprender que las situaciones negativas en tu vida son temporales.

Ante una situación negativa ¿Buscas una solución o te frustras?

El ser resolutivo es una característica importante de las personas resilientes. En otras palabras, que afrontan los problemas en el momento que suceden, buscando una rápida solución sin decaer en ánimos. Sino, viendo el conflicto desde una perspectiva favorable ¿Lo ves así?

Si la mayoría de tus respuestas son positivas, puedes considerarte una persona resiliente. De lo contrario, comienza a convertir un conflicto en un mar de oportunidades de aprendizaje. Y así, estás en camino de convertirte en resiliente.

¿Cómo se aplica la resiliencia en la vida?

Muchas veces, la vida pone pruebas para medir tu nivel de resistencia (física, mental, emocional, sentimental y espiritual) ante distintas situaciones que superan tus capacidades. Como enfermedades, dolorosas rupturas amorosas, fallecimiento de un ser querido, problemas económicos, pocos resultados en un sueño trabajado, etc.

En este punto, solo tienes dos opciones:

  • dejarte vencer por las adversidades
  • sobreponerte y salir fortalecido, apostando por la resiliencia para comenzar a ver la vida desde otro enfoque, con otra perspectiva que te permita encontrar una solución a todas tus fallas.

La resiliencia es una habilidad que permite afrontar distintas situaciones en los diferentes ámbitos de la vida. Sea en el campo familiar, social, laboral, amoroso, u otro. De manera que es una poderosa herramienta que, bien aplicada, puede convertirse en una cualidad que te permita transformar las adversidades en un aprendizaje.

Pero ¿Cómo aplicar esta habilidad en el día a día?

El significado de resiliencia es muy amplio, involucra hábitos que van desde aceptar que está bien equivocarse, lo que está mal es evadir la responsabilidad que te corresponde y quedarte atascado, hasta comprender por qué suceden ciertas situaciones, sin intentar cambiarlas, sino afrontarlas.

En fin, aplicar una actitud resiliente en la vida se trata de comenzar a ver todas las situaciones de tu vida, así sean negativas, desde una perspectiva favorable y optimista. Y comprender que el cambio lo tienes en tus manos, solo tú decides qué te afecta y en qué magnitud.

¿Cómo se puede mejorar la resiliencia?

Mejorar la resiliencia es tarea de todos los días. Tu propósito es alimentar tu fuerza interior y tu voluntad, al punto de que puedas comprender que las situaciones negativas son temporales y que en tu poder tienes la fuerza para cambiar siempre a mejor.

Y esto solo es posible si empiezas a aplicar los hábitos que una persona resiliente sigue como parte de su rutina diaria.

6 hábitos de las personas resilientes

Si quieres convertirte en una persona resiliente, comienza a adoptar los hábitos que tienen las personas resilientes. Entre ellos:

  1. Confían en sus capacidades: una persona resiliente conoce sus habilidades y sus limitaciones, confía en que es capaz de hacer lo que se proponga. De modo que no pierde de vista sus objetivos y se siente seguro de lo que puede lograr.
  2. Convierten las dificultades en aprendizajes: ven en las situaciones dolorosas una oportunidad para aprender y crecer.
  3. Son objetivos y optimistas: la subjetividad no es una cualidad de las personas resilientes, reconocen cuáles son sus pros y contras sin dejar de ser optimistas.
  4. Se rodean de personas con actitud positiva: las personas resilientes saben cómo cultivar su círculo social. Por eso, suelen rodearse de personas positivas, creando una sólida red de apoyo.
  5. Controlan sus emociones, no las situaciones: los individuos resilientes saben que hay situaciones en las que no pueden tener el control. Por lo que solo gestionan las emociones que ellas propician y buscan una solución.
  6. Son flexibles ante los cambios: cualquier cambio de ruta que suponga beneficios, es un logro. Y es que no le temen a los cambios, están predispuestos a aceptarlos siempre que sean para su bienestar integral.

La resiliencia es una habilidad con la que no se nace, pero sí puede desarrollarse. ¿Tú ya lo eres, o quieres llegar a serlo?

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