Este nuevo año empezó con una novedad que está haciendo mucho ruido en el mundo hispano: la app Clubhouse. Considerada como una especie de Twitter con mensajes de voz o una versión más elaborada que los audios de WhatsApp, muchos ya quieren participar en esta red social de moda.
Pero, ¿cuál es el misterio o por qué la gente quiere participar en esta voice social network?
Al parecer, se ha convertido en un espacio donde abundan las celebridades, influencers, activistas y políticos, y en el que solamente tienes acceso por invitación. Si esto te pica la curiosidad, tal vez esta guía resuelva algunas de tus inquietudes.
Clubhouse es una app que permite a sus usuarios crear habitaciones virtuales para hablar de un tema que elija el organizador del evento.
Podemos decir que esta app se ha convertido en la nueva red social de moda. Aún en versión beta y solamente disponible como aplicación para iPhone o iPad.
sus creadores, Rohan Seth (ex ingeniero de Google) y Paul Davison (emprendedor) son las mentes principales detrás de esta social voice network que tiene a muchos intrigados.
Comenzaron con un proyecto llamado Talkshow, que se basaba en hacer podcasts con menos complicaciones. pero este proyecto quedó como una idea que no llegó a despegar.
No obstante, sirvió para sentar las bases de Clubhouse, que es una adaptación simplificada de lo fue aquella iniciativa fallida. Por este motivo, esta red social de moda permite una interacción similar a un programa de entrevistas o un debate, con un anfitrión y sus invitados. Cuando termina el debate, todo desaparece.
Todo esto ocurría en medio de la pandemia, específicamente en mayo de 2020. En este momento, la pusieron a prueba con 3500 personas y llamó la atención de diversos inversores en Silicon Valley, en especial de Andressen Horowitz, quién aportó $10 millones. Clubhouse pasó de valer $100 millones los primeros meses a $1000 millones en enero de este año.
Son dos cosas principales las que han catapultado la popularidad de esta aplicación. Lo primero sería el bien conocido síndrome FOMO (fear of missing out o temor a dejar pasar), que no es otra cosa que no querer perderse lo que está sucediendo. Como el contenido no se graba en el sistema y solamente permanece en el canal/sala hasta que la conversación se cierra, se crea esa ansiedad muy particular.
Lo segundo, que ciertamente condiciona lo anterior, es la presencia de famosos y otras personalidades influyentes que participan activamente en Clubhouse. Justamente esa exclusividad, de las que muchos quieren formar parte, se ha vuelto un imán muy poderoso para la audiencia. Solo imagínate toparte con Drake, Oprah, Jay Leno, Jared Leto, Mark Cuban, Ashton Kusher o alguno de tus ídolos.
En mi caso, lo que más me ha gustado más allá de los personajes, es la cantidad de información y buenos consejos que se pueden llegar a recopilar. Si bien es cierto que también hay "charlatanes", como en todos lados, se ha conseguido crear una cultura de compartir información y buenas prácticas en diversas ramas.
Por ejemplo, a nivel de marketing online, muchas personas conocidas dan sus consejos y explican a otros qué han hecho para llegar a donde están.
Otro ejemplo que me gusta mucho es el de las salas que hablan de rutinas y hábitos de las personas de éxito. Es como tener disponible en tu móvil una Masterclass con un montón de gente que aporta lo que mejor le funciona en el día a día.
Como toda buena red social, Clubhouse puede ser una experiencia bastante adictiva. Sobre todo para aquellos que disfrutan de escuchar conversaciones ajenas, les gustan ciertos tópicos, tienen una opinión para todo, buscan hacer networking y no pueden dejar de sentir el FOMO.
Sinceramente, esto depende de cada persona. Yo estuve enganchado los 3 primeros días por la novedad. Pero después me di cuenta de que tengo otras prioridades por encima de estar todo el día en Clubhouse.
Sin embargo, la tengo como un lugar donde encontrar inspiración. Miro los paneles de charlas de vez en cuando y anoto los eventos que más me interesan para escucharlos y, de vez en cuando, aportar mi opinión.
Hasta ahora, Clubhouse está conformada por apenas 600 mil personas (Vogue enero). Además, se ha convertido en un espacio donde las celebridades no se sienten acosadas y pueden estar con sus pares hablando como si de una fiesta se tratara. Esta “aura” singular forma parte del hype y la expectativa de las invitaciones han generado el buzz que la ha visibilizado tanto.
Es cierto que Clubhouse tampoco escapa a un mal que afecta todas las redes sociales: la desconexión digital. Pero también cuenta con muchas cualidades que la hacen muy interesante:
Ya deberías tener más o menos una idea de qué va Clubhouse y lo que puedes esperar de esta nueva comunidad. Vale la pena recalcar que es una plataforma que solamente usa audios en un formato dinámico compuesto por canales/salas y que puedes participar en ellos de varias formas.
Una vez entras, lo mejor es crearte un perfil enfocado a tu perfil laboral. A pesar de que puedes aprender muchas cosas a nivel personal, pero la motivación principal de las personas en esta red social es laboral. Digamos que es como un Linkedin un poco más casual e interactivo.
Mi perfil es bastante sencillo. Por lo que si quieres destacar más dentro de la red social, te recomiendo que echas un ojo a perfiles de personas que llevan más tiempo y que han creado y optimizado sus perfiles para destacar dentro de Clubhouse.
Llegados a este punto, toca abordar la definición de roles o papeles dentro del ecosistema de la app. Si eres uno de los elegidos, puedes ser tres cosas:
Como su nombre lo indica, es el encargado de dirigir la conversación para que fluya de la mejor manera. Cuando creas un canal o sala, te conviertes en el moderador. Esto también significa que tienes ciertos privilegios sobre los que quieran integrarse a la conversación. Puedes invitar, sacar, silenciar, dar la palabra o bloquear a alguien.
También llamados ponentes, son las personas que deben pedir la palabra para intervenir en la conversación. El creador del tema planteado también es un participante activo por defecto y tiene la potestad de hablar y dejar intervenir. Puede existir una audiencia pasiva que escucha y que solamente puede interactuar si el moderador/a los invita a hacerlo.
Puede decirse que el oyente es un participante pasivo que permanece en silencio e interviene si le dan permiso. El oyente siempre puede pedir participar en cualquier sala.
Si quieres formar parte de esta voice social network, deberás cumplir dos requisitos:
Cada persona que entra a formar parte de esta red social de moda dispone de dos invitaciones, en un principio. Después estas se van ampliando. Es decir, si tienes la suerte de conocer a alguien que ya esté dentro, contacta con esa persona y pídele el favor.
Si tú eres el que va a dar la invitación, es muy importante que confíes en la persona a la que se la vas a dar. Ya que si esa persona comete alguna infracción y es expulsada, tú también lo serás. De esta forma Clubhouse es capaz de "mantener el orden en la sala" sin mucho esfuerzo. 🙂
Cuando eres parte de este “selecto grupo”, tienes que estar de acuerdo con los términos y condiciones. Si tienes la idea de moderar una que otra vez, tienes que hacer cumplir este código de comportamiento para mantener la tranquilidad dentro de la sala. Para evitar la expulsión de esta red social, ten presente esto:
Siempre habrá alguien que quiera romper la reglas por alguna razón que solo él o ella entiende. De ser así, puedes informar el incidente usando una de estas alternativas:
En el supuesto de que vayas a reportar una mala conducta, ten presente lo siguiente: