Vivimos en un mundo cada vez más competitivo en el que casi por obligación debemos estar preparados para responder a las exigencias del entorno. Para ser capaz de hacerlo, no solo necesitamos contar con una formación profesional y conocimientos amplios, sino también con habilidades que nos permitan tener una buena relación con nosotros mismos y con los demás.
Para ello necesitamos enfocarnos en temas como autoestima, motivación, liderazgo, inteligencia emocional, proactividad, trabajo en equipo, entre otros.
Todos estos elementos son parte del proceso del desarrollo personal. Por tanto, si quieres adoptar nuevas ideas que te permitan sentar las bases de nuevos comportamientos y actitudes, debes trabajar el desarrollo personal.
El desarrollo personal es un proceso de vida en el que se busca potenciar las propias habilidades para mejorar la relación con nosotros mismos y con el entorno.
Según Brito Challa, autor y especialista en relaciones humanas:
"Se trata de una experiencia de interacción (individual o grupal) a través de la cual las personas pueden desarrollar u optimizar sus destrezas y habilidades para tener una comunicación directa y abierta, para la toma de decisiones y las relaciones interpersonales. Esto, a su vez, les permitirá conocer más de sí mismos y de sus compañeros para crecer como ser humano."
Al desarrollo personal también se le conoce como crecimiento personal o superación personal. Este implica todo un proceso de transformación en el que un individuo adopta otras formas de pensamiento con las que puede aprender a nuevos comportamientos y actitudes que le ayudarán a mejorar su calidad de vida.
Este proceso de transformación puede hacer que las personas sean más felices. Al trabajar el desarrollo personal, los individuos pueden pasar literalmente de un estado dominado por la rabia, la depresión o la tristeza a uno que involucra alegría, emoción o pasión.
La mejora del estado emocional puede contribuir a mejorar muchos aspectos de la vida e incluso a dejar hábitos como fumar o el consumo de drogas.
Nadie quiere pasar por momentos malos, desagradables o tristes. Sin embargo, estos son parte de la vida. Además, estos momentos tienen algo positivo: te permiten crecer. Desde la comodidad o la felicidad no hay razones para cambiar o mejorar. En cambio, cuando se pasa por cierto grado de insatisfacción, eso te motiva a moverte hacia otra dirección.
Es por esto que, para iniciar el proceso de desarrollo personal una condición necesaria es estar pasando por una situación de vida lo suficientemente incómoda como para querer algo diferente. También necesitas tener determinación, ya que será esto lo que finalmente te ayude a salir de tu zona de confort y para evaluar qué hay más allá.
Para crecer como persona también es necesario descubrir las fortalezas y debilidades en cada uno de nosotros. Y para lograrlo la motivación es un ingrediente clave. Abraham Maslow, psicólogo que creó la primera teoría sobre desarrollo personal, propuso una teoría sobre la motivación en su libro Motivation and Personality (1954). En ella aseguraba que las motivaciones de crecimiento personal eran la médula del desarrollo personal.
Asimismo, planteó el concepto de jerarquía de necesidades, en el que estableció la existencia de diferentes motivaciones que en orden jerárquico debían satisfacerse para alcanzar el desarrollo personal. Las necesidades identificadas por Maslow, conocida también como la Pirámide de Maslow, son 5:
Según esta teoría, las personas pueden ir abriéndose paso hacia su desarrollo personal a través de la superación de estos niveles de motivación. La autorrealización es el nivel máximo, ya que tiene que ver con el deseo humano de alcanzar ‘el ideal de lo que puede llegar a ser’. Es decir, alcanzar el máximo potencial como ser humano.
El autoconocimiento y el desarrollo personal están íntimamente ligados. No hay manera de conseguir el crecimiento personal si no sabes quién eres o lo que quieres. El autoconocimiento implica tener la madurez de aceptar y entender nuestras cualidades y defectos por igual, para apoyarnos en los primeros y mejorar las fallas.
Realmente el desarrollo personal engloba muchos otros conceptos individuales que, trabajados de forma correcta, te permitirán alcanzar la realización personal que buscas. Si quieres saber cómo trabajar el desarrollo personal necesariamente deberás prestar atención al desarrollo de las siguientes capacidades o habilidades.
Tiene que ver con el valor que nos damos a nosotros mismos y está asociado con los pensamientos, percepciones, evaluaciones, sentimientos y comportamientos dirigidos hacia tí mismo. Es algo fundamental, ya que si no te valoras, no podrás conseguir que otros lo hagan. Además, no crees en ti difícilmente podrás desarrollarte a nivel personal.
El desarrollo personal también engloba la autoliderazgo. Este es un concepto enfocado en la claridad de las ideas y objetivos que se quieren lograr. Implica ser capaz de superar adversidades en lugar de desviarse del camino al encontrar obstáculos.
Un individuo que busca desarrollarse personalmente debe tener la capacidad de utilizar de forma correcta y oportuna sus habilidades. Si puede integrarlas y usarlas para lograr su objetivo podrá tener un alto desempeño en lo que se proponga.
Aunque el desarrollo personal es un proceso interior, no sólo puede comprenderse en su faceta individual. Al potenciar tus competencias también mejoras tu relación con los demás. Por ello, el crecimiento personal también tiene una naturaleza social y por lo tanto, no puede observarse sólo de manera individual, sino también desde una perspectiva grupal.
En este sentido, el desarrollo social hace alusión al progreso humano visto como un todo. Cuando una persona se supera a nivel personal de alguna manera se une a la búsqueda del bien común. Una persona autorrealizada es capaz de promover valores y utilizar medios enfocadas a aumentar la felicidad y el bienestar de los demás.
Por esta razón, el desarrollo personal y social se retroalimentan de forma constante. Se sabe además que una comunidad puede avanzar más y mejor cuando se ponen en el centro a las personas y se respetan sus derechos, necesidades y libertades.
Para quienes quieren combinar estos desarrollos y ponerlos en práctica deben observar la dimensión social de sus acciones, ya que muchas veces los actos individuales tienen un efecto grupal. Recuerda que cada uno de nosotros influye de alguna manera en su entorno, así que lo mejor es asegurarnos de que esa influencia sea positiva.
Otra forma de aplicar el desarrollo social es cuidando las relaciones que tenemos con quienes nos rodean. Por medio de la disposición para la escucha, el respeto, la paciencia, la amabilidad y la buena actitud en general puedes lograr una mejor relación con tu entorno.
Desarrollarse como persona y como profesional no son procesos que estén reñidos. De hecho, están íntimamente ligados, ya que, por lo general, uno nos lleva al otro y además terminan complementándose.
Si deseas obtener resultados diferentes, tendrás que cambiar la forma en la que haces las cosas. Así que en cualquiera de los dos casos, en el desarrollo personal y en el profesional, tendrás que salir de tu zona de confort para poder evolucionar.
Las capacidades y habilidades que puedes obtener en estos procesos serán de mucha utilidad para mejorar la relación que tienes contigo mismo y con los demás, y te harán un profesional mucho más deseable para las empresas.
Es cierto que muchas de las cualidades del desarrollo personal permiten alcanzar el desarrollo profesional. Sin embargo, las cualidades profesionales también son extrapolables al mundo personal. En muchos casos el crecimiento profesional ha llevado a uno personal y esto es gracias al trabajo en equipo, a la iniciativa, a la gestión del trabajo, el liderazgo y las relaciones interpersonales.
El desarrollo personal puede ayudarte a mejorar tus habilidades de liderazgo, una cualidad clave en el mundo laboral. Un buen líder debe contar con unas extraordinarias habilidades personales para saber cómo dirigir un equipo de trabajo sin que este se sienta hostigado.
Debes tener en cuenta que el liderazgo va más allá de controlar o supervisar el recurso humano. Se trata de saber motivar, inspirar y comprometer a las personas con lo que hacen. Su objetivo debe ser buscar formas de que el empleado no solo haga mejor su trabajo, sino que además disfrute mientras lo hace.
Desarrollar el liderazgo no es una tarea fácil, pero es posible si te enfocas en tu desarrollo personal. Una persona con autoconocimiento de lo que es y lo que quiere lograr, con autoestima, determinación y abierta al cambio es capaz de trabajar de la mano con personas que piensan y actúan diferente y aun así ser eficientes y productivos.
Un líder siempre está buscando formas de progresar y para ello el crecimiento personal es clave. Estos 2 consejos sobre desarrollo personal y liderazgo te ayudarán a alcanzar esta meta.
Es un sistema de entrenamiento que te ayudará a definir objetivos para alcanzar tus metas. Al crear un plan de desarrollo personal podrás estructurar la mente para facilitar el proceso de ordenar los pensamientos dispersos en la memoria. De esta manera podrás desechar las ideas no realistas y darás importancia a aquellas que sí te llevarán a cumplir tus objetivos.
Diseñar este plan no es complicado. Solo necesitas determinación para hacerlo y algo que te motive a querer cambiar. Si sigues estos pasos básicos podrás conseguirlo:
Para crear tu plan de superación personal tienes que saber qué quieres alcanzar en el futuro. Esto lo conseguirás a través de la autorreflexión. Pregúntate: ¿cuál es tu meta, qué quieres hacer a medio plazo?, ¿qué clase de persona quieres ser? ¿qué te inspira?, ¿qué te apasiona? No importa que tengas una idea vaga, lo importante que es lo pongas en papel, ya que así podrás comenzar a pensar en ideas que te harán alcanzarlo.
Una vez que tengas claras o dibujadas tus metas, tendrás que hacer una reflexión personal para analizar qué tan cerca o lejos estás de tus metas. Esto te ayudará a enfocarte y a saber en qué debes trabajar para tener éxito en este propósito. A este punto es cuando deberás evaluar fortalezas y debilidades, así como las amenazas y oportunidades. Con esta información clara estarás un poco más cerca de tener tu plan.
Una vez que sepas qué quieres y en qué posición te encuentras, tendrás que establecer las metas que te llevarán a alcanzar tu objetivo. Estas deben seguir la técnica SMART, es decir, ser específicas, medibles, alcanzables, realistas y con una duración limitada.
Si creas un hábito en torno a tu objetivo, será más fácil el proceso de alcanzarlo. Dependiendo de lo que quieras lograr, deberás buscar hábitos que te apoyen en la consecución de tus metas. También puedes buscar ayuda de algunas personas que puedan impulsarte a lograr lo que quieres.
Las personas cambian, por lo que sus objetivos también. Así que si has desarrollado un plan de crecimiento personal y en el camino sientes que le falta o le sobra algo, cámbialo. Revisa y adapta tu plan cuando tengas ideas más claras y específicas de lo que quieres y ponte en acción.
La alta competitividad no solo la vemos entre profesionales, las empresas también tienen mucha competencia. Así que para tratar de destacar en su sector necesitan mejorar las habilidades de su capital humano. De hecho, el 84% de los directivos consideran de suma importancia introducir a los empleados en programas de desarrollo personal.
Esta capacitación ofrece muchas ventajas a las organizaciones. Aumenta la satisfacción de los empleados y potencia su autoconfianza. También facilita su autonomía, lo que repercute en una mayor eficiencia y productividad. Asimismo, incentiva a tener una mejor comunicación entre todos los miembros de la empresa e impulsa el desarrollo de nuevos líderes.
Existen muchas formas de potenciar el desarrollo personal en una empresa. Sin embargo, muchas compañías están implementando con éxito algunas técnicas. Estas son las más recomendadas.
El coaching es una técnica de acompañamiento en el que el coach asiste a un individuo o a un grupo para que estos logren sus objetivos y compromisos. Su objetivo es motivar a los empleados para que desarrollen sus habilidades y capacidades para que sean más eficientes y se sientan más satisfechos con su trabajo.
Esta es una técnica basada en el aprendizaje de nuevas habilidades desde una posición diferente. Al rotar a los empleados de sus puestos de trabajo la empresa podrá detectar en qué es mejor, qué habilidades necesita desarrollar y qué áreas de oportunidad tiene para avanzar a puestos donde tenga una mayor responsabilidad.
Otro recurso poderoso que ayuda a las empresas a potenciar el desarrollo personal de los empleados es el mentoring. Se trata de una técnica en la que expertos y líderes transmiten sus conocimientos y formación a otras personas. Los mentores pueden ayudan a reducir los tiempos de adaptación de los empleados a nuevos puestos de trabajo, promover el cambio de cultura empresarial y dar soporte cuando hay innovaciones tecnológicas.
Si te interesa todo el tema del crecimiento personal, puedes aprender más de él a través de ciertos textos. Estos libros podrían ayudarte en tu camino hacia tu desarrollo personal, social y profesional.
Los hábitos componen nuestro carácter y además tienen un gran poder sobre nuestra vida. Por lo tanto, en ellos podría estar la clave del crecimiento personal. En este libro, publicado originalmente en 1989, el autor propone el seguimiento de 7 hábitos para conseguir la efectividad. Estos son: la proactividad, comenzar con un objetivo en mente, establecer prioridades, pensar en Ganar-Ganar, enfocarse primero en entender y luego en ser entendido, crear sinergias y afilar la sierra (usar nuestra capacidad para renovarnos a nivel físico, mental y espiritual).
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Este libro, publicado a finales de la década de 1990, pretende ser una guía para la vida diaria. Se enfoca en la importancia que tiene vivir en el presente, dejando de lado los pensamientos del pasado o del futuro. Se basa en una serie de tradiciones espirituales que utiliza para describir un sistema de creencias basado en las vivencias del ahora. El mensaje central de este texto es que nuestros problemas emocionales tienen su raíz en su identificación con las mentes.
El autor ofrece este libro como una guía práctica y muy completa para para vivir mejor nuestras vidas. En él se asegura que todos contamos con los recursos necesarios para encontrar un camino más enriquecedor, feliz, satisfactorio, estimulante y armonioso. No obstante, solemos actuar en contra de nosotros mismos. Por ello, este libro, publicado en 2013, se presenta como una guía que te ayudará a abrir los ojos y en el que se incluyen consejos fáciles para mejorar nuestra calidad de vida.