Para alcanzar el éxito en plena revolución digital, es necesario mucho más que disponer de un capital considerable o un producto destacado. El inicio del éxito se origina en el conocimiento, y es a partir de este donde se planta la semilla para poder generar ingresos, poder, libertad y desarrollo en diferentes ámbitos.
Es así como la economía del conocimiento ha ganado en importancia en los últimos años. Las razones para ello abundan, comenzando porque la misma no está sujeta ni a las crisis, ni a los ciclos económicos, como tampoco lo está a las minorías económicas. Entonces ¿en qué consiste la economía del conocimiento? A continuación podrás conocer más a fondo sobre este término en nuestro artículo:
La economía del conocimiento (en inglés: Knowledge Economy), es el sector de la economía en el que se emplea el conocimiento o la información para generar resultados, valores, mejoras y utilidades. Todo ello con el propósito de producir un cambio positivo en la vida de las personas.
El conocimiento ha sido desde siempre el motor de cambio, innovación y evolución de todas las sociedades. Y esto no ha cambiado para nada en la actualidad, sino que se ha intensificado, puesto que es necesario para obtener un empleo o aumentar tus ingresos, tener conocimientos sobre el área en el que desarrollas tu actividad.
Este hecho se ha intensificado con el desarrollo de las nuevas tecnologías durante los últimos años. Especialmente con la aparición de la World Wide Web el 12 de marzo de 1989.
El ritmo de producción de conocimiento del presente es mayor que nunca, por lo que no es fácil asimilar toda la información a la que nos exponemos. Así mismo, en la actualidad ha surgido el problema de la infoxicación o exceso de información, que en muchos casos no cuenta tampoco con las referencias adecuadas. Es entonces cuando se da inicio a la tarea de búsqueda y selección.
Así que, es necesario tener conocimiento, pero
Sencillo, el conocimiento es el conjunto de datos que se poseen sobre ciertas materias, y que ordenados te permitirán afectar tu entorno al ofrecer utilidades, crear valor y por supuesto, producir más conocimiento para poder seguir innovando.
El conocimiento no es mera información tampoco, puesto que implica formas, métodos y maneras de resolver problemas.
El concepto de la economía del conocimiento abarca rubros tan variopintos como las empresas tecnológicas, de investigación y desarrollo, informática, telecomunicaciones, nanotecnología, robótica e industria aeroespacial. Esta tuvo sus orígenes a finales del siglo XX, cuando la inversión en capital intangible comenzó a incrementar con rapidez, y a superar en medida incluso al capital tangible.
Algo muy curioso en relación a la economía del conocimiento es que en realidad la misma no genera valor y riqueza usando como medio la transformación de la información. Más bien crea un valor añadido a los productos y servicios en los que participa ya sea para su creación o su transformación.
Debido a la base de esta economía, ha sido posible un cambio estructural en las actividades económicas, sociales y políticas. Reconfigurando así, las relaciones sociales de producción y distribución en el mundo entero. Por lo que, el capitalismo contemporáneo presenta a una economía del conocimiento que ha ayudado a crecer con una asombrosa rapidez a las actividades de creación y difusión.
Esto ha desembocado en que el nuevo patrón industrial sea el propicio para el surgimiento de nuevas industrias basadas en un paradigma tecnológico con el software y telecomunicaciones a la cabeza. Pero tampoco obliga al olvido de las industrias más tradicionales, ya que hace que sean reinventadas gracias a la aplicación de nuevas tecnologías.
Para medir a esta, el Banco Mundial emplea los índices KEI (Knowledge Economic Index) y KI (Knowledge Index). Estos índices miden la capacidad que tienen las economías para generar y difundir al conocimiento.
En este estudio del Banco Mundial, podréis ampliar información sobre el KEI y leer sobre la metodologíaa utilizada para crearlo ( Knowledge Assessment Methodology):
Para que una economía esté basada en el conocimiento es necesario que la misma invierta en el capital humano y el capital social. La inversión en dichos factores fomenta la capacidad de crear e innovar, dando lugar a nuevas ideas que en el futuro se convertirán en productos, servicios, modelos de negocio, etc.
Pero también está fundamentada en otros aspectos, que representan el espíritu de su ejercicio. Tomando en cuenta ello, estos son los factores en los que se fundamenta la definición de la economía del conocimiento:
Estos factores no hacen más que confirmar que la economía está centrada en el conocimiento, por lo que la economía del conocimiento está enfocada en ser una economía competitiva y productiva. Con lo que será posible alcanzar un crecimiento económico y bienestar social.
Es útil en este apartado conocer el concepto de Fintech o Financial Technology (en español Tecnología Financiera), que es una nueva industria financiera que en base a la tecnología mejora las actividades financieras. Es decir, Fintech son productos, modelos de negocios, nuevas aplicaciones puestas a disposición del público por medio de internet.
Son una vía para la realización de actos jurídicos que guarden relación con el dinero de una manera sencilla, eficiente y sin costos no razonables. Está divida en cuatro aparatados que son herramientas de operación y medios de pago; seguridad e identificación de personas; dinero electrónico y conocimiento del cliente y big data.
Es común que las Fintech sean startups basadas en nuevas tecnologías que desean el captar la atención de un mercado que ya de por sí, se encuentra dominado por las grandes empresas.
En la economía del conocimiento, la innovación y la competitividad van de la mano, porque su implementación deriva en la creación de más puestos de trabajo con cualificaciones altas y amplias mejoras en el bienestar social.
Es así como ambos términos son interdependientes, debido a que no puede existir innovación sin la competitividad, ni un marco competitivo sin la innovación.
Es por ello que la economía del conocimiento tiende a una mayor división y especialización del trabajo. Haciendo que el conocimiento en materias específicas sea el propulsor de nuevas ideas.
Este factor provoca que las personas mejor formadas puedan optar a mayor cantidad de oportunidades de empleo de calidad. Esto dará lugar nuevamente a aumentos en la productividad de las empresas, ya que éstas verán la innovación y el capital humano como herramientas con la que generar ventajas competitiva en el mercado: Se necesita una mayor inversión, pero esta inversión desembocará en un crecimiento más rápido y sostenido en el tiempo de las ganancias de la empresa.
Como es lógico, el desarrollo de la economía del conocimiento no solo se está enfrentado con empresas de un mismo sector a nivel nacional, sino a nivel mundial. La economía digital y transformación digital son oportunidades para expandirse, así como para generar empleo cualificado de jóvenes, tanto en startup/s como en empresas ya consolidadas.
Por tanto, la economía del conocimiento es una de las mejores herramientas para sobreponerse a una crisis económica. Pero para aplicarla, será necesario invertir en investigación, tecnología y capital humano. De esta forma podrá proporcionar resultados a medio y largo plazo.
Las tecnologías de la información y la comunicación o TIC’s, fueron las responsables de desatar en los años noventa numerosas formas de comunicación sin antecedentes. Internet pasó de ser un instrumento utilizado por expertos de la comunidad científica, a una red capaz de modificar para siempre a la interacción social y la vida de las personas.
Las tecnologías de la información y la comunicación están presentes en casi cada ámbito de la vida humana. Desde los gobiernos de cada país hasta los sectores de la educación, economía, salud y turismo y un largo etcétera.
En España, el sector de las TIC es uno de los que mayor crecimiento ha experimentado, sobre todo a partir de las diversas crisis, debido a la gran rentabilidad de las iniciativas con base tecnológica para la economía local. Además, la escasez de barreras de entrada para la creación de proyectos basados en TICS, ha supuesto el empujón definitivo para emprendedores y PYMES.
Este sector no ha parado de crecer en los últimos años, presentando algunas de las estadísticas más favorables del mercado. Siendo por lo tanto percibido como un sector sólido y con un potencial de crecimiento asombroso.
A diferencia del resto de Europa, España ocupó un lugar en la lista de los cinco países con mejor desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Para el 2014 se estimó que la facturación de este sector alcanzó los 90.000 millones de euros, significando así, un porcentaje del 4,4% del PIB de ese año.
En el sector tecnológico las regiones con más ofertas de empleo son Madrid, Cataluña y Andalucía, en donde profesionales como desarrolladores, programadores Java, analistas y consultores SAP son muy demandados.
Sin embargo, son algunos profesionales en especial, las más demandados y solicitados por las empresas debido a las implicaciones que genera su labor. Algunos ejemplos son los de analista, programador y arquitecto de Software. Son por igual perfiles muy demandados los de consultor y administrador de sistemas.
Pero, un dato más interesante aun recae en el interés de las empresas por cuidar y retener a estos profesionales, lo que ha dado lugar a un aumento de sus salarios de forma considerable. Y el interés ya mencionado, como es evidente, influirá en la modalidad de los contratos, que están divididos en su mayoría por contratos indefinidos, en menor cantidad contratos temporales y en modalidad freelance una minoría.
El desarrollo de las TIC en España también se presenta como un importante dinamizador del mercado laboral que permite que las empresas contraten a personal sin experiencia previa. Algo que convierte a este sector, en uno ideal para los jóvenes recién graduados.
El origen de la riqueza ha ido cambiando con el paso de los años. En el pasado la riqueza era determinada por el valor que poseía la tierra, pasando por la era industrial, y llegando a la economía del conocimiento, en donde se entra en una nueva etapa social y económica.
En la economía del conocimiento las principales estrellas son la creatividad, la ciencia, la teoría, la innovación. Algo que permite que talentosas mentes se enfoquen en la creación de una economía que esté basada en los servicios. Se trata de aprovechar lo que se tiene muchas veces e innovar.
Un ejemplo perfecto de la economía del conocimiento es Corea del Sur. Corea del Sur es un país que carece de terrenos fértiles, minerales preciosos u otros recursos como el carbón o el petróleo, pero en cambio en lugar de ser una nación poco desarrollada, tiene una economía rica basada en ofrecer productos y servicios basados en la tecnología. Logrando así, ser la cuna de grandes marcas a nivel mundial como lo son Samsung, LG, Kia o Hyundai.
La combinación de diversas fuentes de aprendizaje, una educación de alta calidad y tecnología, es el ambiente ideal para la construcción de mentes innovadoras que tengan un desarrollado pensamiento crítico y científico, y por consecuente sean capaces de sostener una economía del conocimiento.
Es de gran utilidad académica el contenido de este articulo. Saludos
Excelente trabajo, muy completo para fines académicos.
Hola, ¿en qué año fue publicado este artículo?
Hola Jimena,
fué publicado el 16 de marzo de 2019.
Un saludo!
Héctor
me gusto mucho el articulo, fue de gran ayuda para mi
[…] Fernández, H. (s/f). La economía del conocimiento y su importancia en competitividad de un país. Recuperado de https://economiatic.com/economia-del-conocimiento/ […]